viernes, 2 de septiembre de 2016

Apreciación crítica de Miguel Godos Curay




Fragmentos de la apreciación crítica del libro “Detrás del velo, el césped esta verde” de María Vásquez Vélez

Por Miguel Godos Curay:
Piura, es una tierra de narradores. Abundan los relatos salpicados de verosimilitud pero también los inventarios de timos y mentiras. De distinta naturaleza. Cuentista, en Piura no es el que urde cuentos sino el que sorprende la buena fe de los otros. En cierta forma prevalece la oralidad de los que refieren historias deslumbrantes. Sostiene Dimas Arrieta que el contar cuentos tiene que ver con la contabilidad, Que  no es otra cosa que la puntualidad con la que se refieren los detalles de los cuentos. Los cuentos son una contabilidad de acontecimientos humanos que son perdurables y algunas veces maravillosos.

Parafraseando a Laura Restrepo: “Piura es un espacio en donde mayor cantidad de supersticiones podemos contabilizar, por metro cuadrado”. Se dice sólo en Piura. Que hay  alimentos fríos y calientes, el mango es caliente y la palta es fría. Asimismo que la candela habla. Si una cuchara se cae hay que guardar una vianda de comida para alguien que viene por el camino.

Confieso que la mayoría de libros que tengo son comprados en el mercado de todo tipo. Se tiene la idea de que los libros de muertos penan y es parte de estas supersticiones que María Vásquez logra recoger en sus relatos, en otros se  menciona la costumbre de recordar los chucaques, en la actualidad en San José he podido observar un letrero que dice: “Se cura chucaque a 15 soles”, entonces todo eso se ve en Piura. Yo recuerdo haber estado en Catacaos en casa de una señora Zapata y a eso de las 6 de la tarde conversaba con las flores, con las chavelitas y la cantidad de plantas que tenía.

Los relatos de María son amenos, sus personajes hablan por sí mismos, en donde menciona a Perseo que es un perrito, les comento que los perros tienen una memoria prodigiosa para recordar a sus amos, para recordar los gestos amables. Una vez  en la sierra me encontraba perros que habían sido atropellados y con otros amigos los enterrábamos, porque los perros te cuidan y protegen y fiel a ese espíritu tengo un cementerio canino al frente de mi casa, ahí está Canelo, Chumbeque y a cada uno se le ha puesto un árbol. Todo esto un ensueño en el que vivimos sumergidos.

Para saber contar hay que tener una sensibilidad, que la tiene María para captar lo que para muchos a veces pasa por desapercibido, detalles, escenarios experiencias, vivencias, sueños, temores, la magia. En su libro  se tiene el cuento del mercachifles, trata de un mercachifle extraordinario,  que negocia todo, también está el vendedor de ilusiones y están hechos para leerse de un tirón. Y yo creo que cada uno de ustedes se va a sentir reflejados en cada uno de ellos porque es casi como una transparencia de lo que somos, si algo tiene el piurano que es creyente y solitario.

Veo que lugares como el paseo que está entre la Caja Municipal y el correo nadie iba por el fuerte aire, pero ahora está invadido por la pokemanía y hemos conseguido lo que no ha conseguido El Tiempo, Correo ni La Hora,  ni otra forma de publicidad de promocionar a la Universidad con la pokemanía,  como han puesto que es paradero de pokemones la gente se arremolina por ahí.

“Detrás del velo, el césped esta verde” es un libro que lo van a leer de un tirón,  por supuesto que no se van a aburrir, María nos está entregando de esa dimensión personal que tiene para capturar momentos y cosas. María tiene una extraordinaria capacidad de sentir las cosas y de ponerlas en blanco y negro,  yo creo que es un mérito mayor y su riqueza extraordinaria. Piura tierra de mujeres extraordinarias, bellas, hermosas, inolvidables; como María Vásquez.  


Perú, Piura 15 de agosto de 2016.

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